Todos sabemos que un buen descanso nos hace sentir mejor, pero su importancia va mucho más allá de simplemente mejorar su estado de ánimo o desterrar la ojeras. Según el Medical University of South Carolina, sus patrones de descanso tienen efecto sobre su memoria, sistema inmunológico e incluso su peso. Si no está descansando bien, puede tener un desorden de sueño, pero lo más probable es que haya desarrollado algunos malos hábitos que le impiden descansar.
dormir bien
Trastornos y hábitos
Los trastornos del sueño, como insomnio (no poder dormir) o somnolencia diurna excesiva (quedarse dormido durante actividades como conducir o trabajar) son serios y vale la pena consultar a un médico o terapeuta especializado en descanso. Una variedad de trastornos del sueño puede causar síntomas similares, por ejemplo: insomnio, que se caracteriza por la dificultad para dormir por la noche o volver a dormir después de despertarse durante la noche, a menudo es causada por otros problemas más profundos. Si sospecha que tiene un trastorno del sueño, es importante buscar la opinión experta de su médico.
Más comúnmente, son malos hábitos desarrollados durante el día los que conducen a una mala noche de descanso, así que antes de ir al médico, examine cómo pasa el día y fíjese se es culpable de cualquiera de estos pecados del descanso.
Uso de dispositivos retroiluminados justo antes de acostarse
Los lectores de libros electrónicos, laptops, PC y teléfonos móviles con pantallas retroiluminadas engañan a su cerebro haciéndole creer que es más temprano de lo que realmente es. Estos dispositivos bombardean sus ojos con luz brillante, y pueden cambiar su reloj biológico.
Demasiado café
Como estimulante, la cafeína lo mantendrá despierto. Debido a que puede permanecer en su sistema por mucho tiempo es posible que produzca efectos adversos en su patrón de descanso hasta 12 horas luego de haberlo consumido.
Comer demasiado antes de acostarse
Los alimentos grasos y las porciones grandes de comida hacen que su estómago se esfuerce en demasía para realizar la digestión. Esto puedo mantenerlo despierto.
Demasiado estrés
No hay una respuesta fácil para que el estrés no interfiera con su descanso, pero mantenerse alejado de estímulos estresantes, como los correos electrónicos laborales, antes de acostarse puede ayudar.
Una receta para dormir mejor
En primer lugar, averigüe cuánto descanso necesita. ¿Cuánto descanso es suficiente? Si bien los parámetro de descanso varían ligeramente de una persona a otra, la mayoría de los adultos sanos necesitan al menos ocho horas de descanso cada noche para funcionar en todo su esplendor. La única manera de hacer esto es mediante la observación. Tome nota de cuándo se siente descansado y cuándo demasiado cansado, y calcule cuánto tiempo durmió.
Mantenga el ritmo
Si mantiene un horario regular para dormir, acostarse y levantarse a la misma hora cada día, se sentirá mucho más fresco y vitalizado que si duerme el mismo número de horas en diferentes momentos. Esto es válido incluso si usted modifica su horario de descanso sólo una hora o dos.
La consistencia es de vital importancia, ya que está acondicionado su cuerpo para dormir en ciertos momentos y por lo tanto, logrará reducir el tiempo que tarda en dormirse o despertarse al mínimo. Además, logrará un descanso reparador de forma constante mientras duerme. Vaya a dormir a la misma hora cada noche y despierte a la misma hora todos los días.
Piense antes de dormir la siesta
Las siestas son geniales. Se ha comprobado que ayudan a mantenerse alerta y productivo. Pero, si bien tomar una siesta puede ser una gran manera de recargar baterías, estas puede incrementar el insomnio. Si el insomnio es su problema, considere eliminar la siesta. Si debe dormir la siesta, hágalo temprano en la tarde, con un límite de treinta minutos.
Si tiene sueño antes de su hora de acostarse, salga del sillón y realice alguna actividad ligeramente estimulante para evitar quedarse dormido. Si sucumbe al sueño, es posible que se despierte en medio de la noche y tenga problemas para volver a dormir.
Su hábitos diurnos modifican su noche
Sus hábitos de alimentación y ejercicio durante el día juegan un papel muy importante en la forma en que descansamos. Es particularmente importante observar lo que incorporamos a nuestro cuerpo en las horas previas a la hora de acostarse. El alcohol es un problema común, si bien puede lograr que se duerma más rápido, reduce la calidad del descanso, hará que se despierte durante la noche y que le sea difícil volver a dormir. Las comidas pesadas también dificultan conseguir una buena calidad del descanso, toman tiempo en digerirse, y esto significa que tardará más en poderse dormir. En lugar de alcohol o una comida copiosa, un vaso de agua pequeño y un plátano le resultarán más beneficiosos.
También dormirá más profundamente si realiza ejercicio regularmente. No es necesario ser un gran atleta para obtener los beneficios: simplemente veinte a treinta minutos de actividad. Y no es necesario hacerlo todo en una sola sesión. Puede dividirla y recibir los beneficios de igual manera. Pruebe una caminata o un paseo en bicicleta.
El descanso es la clave para la salud
Si no está durmiendo bien, no está viviendo tan bien como podría. Realice algunos pequeños cambios en su rutina y dormirá como un bebé, para luego trabajar como un campeón. Siga nuestro consejo y descanse.